La Diócesis de Santo Domingo recibió con alegría a cinco jóvenes seminaristas del Seminario Mayor “Francisco Xavier de Garaycoa” de la ciudad de Guayaquil y dos vocacionados aspirantes a esta.

Pintura, limpieza, mantenimiento de las puertas y jardinería, fueron varios de los servicios que prestaron a la Diócesis de Santo Domingo durante un mes. Actividades fuera de la formación intelectual y espiritual que forman parte de sus vacaciones conocidas como “trabajo”, la misma que ayudó a intensificar la integración entre ellos, especialmente a saber valorar cual es el sentido del trabajo y del trabajador.

Cesar, uno de los seminaristas manifestó: “muchos de los seminaristas antes de ingresar al seminario han tenido la experiencia del trabajo y quien les habla también, eso nos sirve para tomar conciencia porque nosotros nos vamos a enfrentar con gente y comunidades que también tienen la experiencia del trabajo, de modo que podamos entender, comprender y ayudar”

Estas actividades ayudan a nuestros seminaristas a integrarse con el corazón de la Diócesis, los sacerdotes, parroquias y son además oportunidades para visitar a sus familias. Después del trabajo tendrán un mes de pastoral seguido de un mes de vacaciones y finalmente regresarán a Guayaquil para continuar sus estudios.

Con un gran gesto de gratitud hacia la comunidad y gente que reza por ellos, Cesar motivó a todos los jóvenes valientes (grupos juveniles, catequistas, monaguillos) a que perseveren y les recordó que Dios tiene algo muy bello para cada uno de ellos.